martes, 27 de septiembre de 2011

QUE TAL QUE...

A veces los supuestos, aunque no son más que eso, cuando entramos en ese mundo del: que tal si pasara una u otra cosa, además de dejar volar nuestra imaginación, nos permite en muchas ocasiones confrontarnos con posibles situaciones a las que nos veríamos enfrentados.
¿Qué tal si usted fuera la persona designada a administrar y dirigir una de las principales provincias de su país?
¿Qué tal si las personas que están a su alrededor esperan como se comporta usted en una situación difícil para imitarlo?
¿Qué tal si usted tuviera que renunciar a su fe y a sus creencias para salvar la vida?
Pongámoslo más práctico. ¿Qué tal si en la constitución de una nación usted esta apoyando al que propone el aborto, la eutanacia, la legalización de la droga por no ser excluido de un grupo social o de un trabajo?
En el libro de Daniel, en el capítulo 3, encontramos a tres jóvenes judiós, amigos y compañeros de cautiverio de Daniel quienes reusaron no solo a adorar a un ídolo, sino también a su propia vida; conscientes que lo porvenir y la integridad en la fe, les traería la verdadera libertad.
Hornos de fuego, siempre habrá en nuestras vidas, pero en Cristo estaremos no solo a salvo, sino libres de toda atadura.

martes, 20 de septiembre de 2011

QUE DINERO TAN CARO

Dice la historia bíblica en el Segundo libro de Reyes en el capitulo 5, que cuando Naaman, luego de ser sanado de la lepra, iba de regreso a casa, fue interceptado por Giezi, el siervo de Eliseo, solicitándole una cantidad determinada de dinero, supuestamente pedido por su amo.
De regreso, al ser confrontado por el profeta, la consecuencia es que, la lepra del recién curado, pasa a formar parte de la vida no solo del siervo, sino también de toda su descendencia.
Lo que empezó como un bello plan para conseguir riqueza y “asegurar” un futuro, termino en la mayor de las catástrofes, para al avaro, quien seguramente fue recordado por sus sucesores, como el desgraciado, que por su pecado cambio la historia de una familia.
La frase de Eliseo parece resumir todo un concepto: ¿Crees que es el tiempo de recibir dadivas por un milagro de Dios?
El amor de Dios no tiene precio, no hay dinero en el mundo que lo compre, pues el, creador de todo lo que hay, no recibe soborno.
Evidentemente Giezi nunca entendió el plan de Dios realizado a través de su amo y de toda la historia, de las múltiples enseñanzas que podríamos rescatar hay 3 que sobresalen:
  1. Estar con gente espiritual, no hace que simplemente por este hecho, tu te conviertas en espiritual. La relación con Jesucristo es una relación personal y parte desde tu corazón.
  2. Servir en la obra de Dios no significa que algún DIA debes esperar recompensas o que por este hecho algún momento de tu vida serás servido. El trabajo, es por amor, por obediencia y libre de todo interés.
  3. La avaricia en secreto, tarde o temprano saldrá a la luz y desenmascarará el verdadero rostro del que la oculta.

Querido lector, este es un buen tiempo para reflexionar, si lo que estamos haciendo para Dios es fruto de nuestra relación con el, o si por el contrario, algún otro interés personal nos motiva.

lunes, 5 de septiembre de 2011

CITA A CIEGAS

En época del rey Acab y de su esposa Jezabel, el profeta Elías es enviado por Dios para que anuncie la sequía que vendrá al pueblo de Israel.


Como consecuencia Dios ordena al profeta que se desplace al arroyo de Querit y un tiempo después cuando éste se seca, el Señor envía a Elías a la tierra de Sarepta.
Suceden aquí una serie de hechos muy interesantes que para los seres humanos resultan contradictorios:


Elías es enviado a la tierra de aquella que procurará asesinarle, a que se encuentre con una mujer viuda perteneciente a lo más bajo de la escala social, por su calidad de viuda, a que le pida a ella, idólatra, una parte de su última comida y le ofrece un milagro del Dios de Israel al cual ella no sigue.

El interesante encuentro que Dios propone con la compañera menos ideal, en el lugar menos ideal, con la situación menos ideal desencadena en una impresionante demostración de Dios derramando abundancia sin límite de alimento desde un puñado de harina y desde una botella de aceite.


Cuantas veces como el profeta, deberíamos salir a la voz de Dios en obediencia, seguros que la cita futura que Él nos propone, así no la entendamos, será de bendición no solo para nuestra vida, sino que seguramente seremos de bendición para aquellos a quienes somos enviados a testificar del Dios grande y poderoso que tenemos.


Querido amigo, le invitamos a que comparta con nosotros el primer libro de Reyes, en el capítulo 17 donde encontrará este maravilloso relato que muy seguramente le ayudará en su relación con nuestro Creador.