lunes, 11 de abril de 2011

NO ME GUSTA DECIR: TE LO DIJE... PERO TE LO DIJE

Esta seria la frase con la que seguramente iniciaríamos un dialogo imaginario con el apóstol Pablo cuando caminando en estos tiempos en cada rincón de esta nuestra patria encontráramos una de esas "iglesias" que en su aviso deberían tener el logotipo de: "Business are Business" como dicen los norteamericanos.

Negocios son negocios, pareciera ser la ruta de algunas congregaciones donde el dinero es la base importante para la salvación de sus miembros, obligando a pagar por un "milagro" metiendo en un sobrecito el pago para sobornar a Dios de acuerdo a su enfermedad.

Dicen estos timadores que Dios acaba de hablarles y que en la congregación hay alguien que va a ser sanado, liberado, en fin, el milagro que se le antoje por unos dólares en la mano del seudo predicador.

No me gusta decir se lo dije... pero se lo dije, diría Pablo cuando en sus últimos tiempos, y en el ultimo de sus escritos en la segunda carta a Timoteo escribe: "... en los últimos días vendrán tiempos difíciles en el que abra hombres amantes de si mismos, amantes de los placeres mas que de Dios, tendrán apariencia de piedad"

Dios no acepta soborno y la sanidad y los milagros como nuestra salvación son un regalo divino que El en su misericordia ha querido darnos sin merecerlo, no por lo que somos, no por lo que tenemos, no por lo que valemos, es únicamente por el inmenso amor con el que nos ama.

Querido amigo, lo invitamos a que busque si aun no tiene una congregación donde lo importante sea su amor y búsqueda constante de santidad para agradar a Dios, donde le pueda alabar libremente, donde usted sea un hijo del Creador no por el tamaño de su billetera sino por el tamaño de su corazón.

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