lunes, 5 de diciembre de 2011

PEQUEÑOS GRANDES MILAGROS

Hay que decirlo: Muchas veces pasamos la vida esperando el gran milagro, queriendo que el cielo se rompa, que millones de ángeles desciendan y que cosas impresionantes acontezcan en nuestra vida.

Creo que muchos están en su derecho, pues sabemos que Dios es poderoso, pero...¿Qué sucede cuando ninguna de esas manifestaciones espectaculares aparecen?

Tengo la respuesta: Dios es Dios de previsión y todas las cosas que pasa a nuestro alrededor, aquellas que en muchas ocasiones tildamos normales, cotidianas y hasta aburridas está siendo usadas por nuestro Creador para que obren en bien nuestro.

Provisión viene de la palabra ver con anticipación, pero este ver con anticipación tiene un propósito y es de procurar un mejor futuro para aquellos que pusieron su vida en manos de nuestro Señor.

En el precioso libre de Ester una serie de eventos que nada tienen que ver lo magnífico ni espectacular cuecen un pastel un tanto extraño pero de gran bendición para el pueblo de Israel.

El silencio de Ester ocultando su origen étnico para declararlo en el momento justo, la decisión errónea de una reina quien tras el mal consejo no se presenta ante el rey, un plan de asesinato develado por un hombre sentado en una vereda, la ambición de un hombre por el poder, la noche en vela del rey y la búsqueda de una lectura nocturna para que ayudarle a conciliar el sueño; estas cosas que por si solas nada tiene de espectacular son usados por Dios para la salvación de un pueblo.

Para usted querido lector que tal vez  ha estado en tiempos difíciles y pareciera que el silencio de Dios es su único destino, hoy le tenemos una noticia: Dios nuestro creador desde antes conoce sus necesidades, muchas veces Él está trabajando en cada una de sus circunstancias cotidianas con el único propósito de preveerle un futuro de bendición.

Anímese, Dios tiene el control, salga de la comodidad y métase en el centro de Su voluntad.solamente crea que Él hara y ponga confiadamente su porvenir en manos de quien un día decidió darle la vida.

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