martes, 28 de junio de 2011

CUANDO LAS DISCULPAS SE HICIERON

Leyendo el libro del Éxodo en los capítulos 3 y 4 puede uno apreciar con asombro como las reiterativas negativas de Moisés ante el llamado de Dios, no han cambiado mucho en el tiempo actual cuando nuestro Creador llama a su pueblo al servicio.
¿Quién soy yo?,
¿Quién eres tú?
¿Y si no me creen?
La verdad no se hablar muy bien y no me van a entender.

Ante la propuesta de empezar a servir a Dios saltan las disculpas y ¡OH! Sorpresa. Son las mismas.

Muchas veces queremos hacerlo pero nos subestimamos y el temor a hablar de Dios nos detiene.
Hay ocasiones en las que el Dios  que profesamos amar, que nos hace llorar y que buscamos domingo a domingo en la iglesia, es un perfecto desconocido para nuestras vidas; tan pronto llega alguna prueba o se en entra en terrenos difíciles, ese mismo Dios como por arte de magia desaparece y olvidamos muy rápidamente su nombre.

Ahora bien, ante este carrusel de evasivas hay algo muy importante para tener en cuenta, así como las disculpas no han cambiado a lo largo de los siglos, Dios todopoderoso tampoco lo ha hecho y sus respuestas son tan actuales como el mismo: “Ciertamente yo estaré contigo, Yo soy el Dios de los milagros para tu vida, yo soy quien te dio la boca”

Apreciado amigo, servir a la causa de Dios no es una carga, es todo un privilegio y no debemos olvidar que los dones como el llamado a trabajar son irrevocables.

Hoy es un buen día para que en lugar de disculpas y evasivas haga usted una propuesta a nuestro Padre.

Póngase a Su disposición, recuerde que El siempre ha estado a su lado, no olvide que hasta dio su vida por el gran amor que le tiene.

lunes, 6 de junio de 2011

TOCANDO PUERTAS

En los años que llevamos con nuestra familia viviendo en Ecuador, hemos sido testigos de muchos cambios: sociales, económicos, políticos, urbanísticos; en fin una serie de sucesos que van surgiendo a medida que avanza la sociedad.

Nuevos centros comerciales, muchísimas promociones, encuestas, pruebas de consumo y por supuesto un vertiginoso ascenso de multitud de creencias religiosas, tan diversas, que para el común de las personas le es imposible distinguir muchas veces el terreno al cual lo están invitando.

Día a día, más y más  sectas tocan las puertas de los hogares invitando a conocer "su verdad" y predicando a un Jesús cada vez más confuso, lleno de formalismos o altamente permisivo, procurando captar más adeptos a una u otra doctrina.

Con dolor hay que decirlo, en cerca de diez años como residentes de este bello país, Testigos, Mormones, Siempre Salvos han hecho innumerables  apariciones en nuestra entrada,  y  ni uno solo, sí leyó bien, ni uno solo se ha presentado como Cristiano Evangélico predicando al Cristo verdadero.

Que fue hermano de Satanás dicen unos, que no murió dicen otros, que tuvo esposas e hijos alegan algunos otros, casi que faltaría preguntar. ¿A usted que Cristo le interesa que le presentemos?

Recuerdo con esto un bello pasaje en el Evangelio de Mateo donde Jesús, rodeado de templos paganos, en tierras extrañas y ya muy cercano a su destino reúne a sus discípulos para interrogarlos: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?

Sería muy interesante que el Cuerpo de Cristo, volviera a tener el furor de mediados del siglo pasado y en hordas viajáramos de casa en casa tocando puertas, anunciando al que salva sana y libera, al que reestructura vidas, al que cambia hogares, al que rescata de la podredumbre, al que siempre tiene sus brazos abiertos para decirte: Amigo mío, si sabes quien soy yo, es porque has estado hablando con mi Padre y te confirmo que ni lo alto, ni lo ancho ni lo profundo, ni ninguna cosa creada jamás nos podrá separar.